martes, 6 de marzo de 2007

* LAS GUERRAS DE HOY EN LA PALABRA PROFETICA


Cuando nuestro Señor enumeró a sus discípulos los eventos que precederían a su venida, en el fin de los días, les dice:

"Mas cuando oigáis de guerras
y de rumores de guerras, no os turbéis,
porque es necesario que suceda así..."
(Marcos 13:7)

Y en los pasajes concordantes del evangelio de Lucas y Mateo se dice y repite:

"porque es necesario que estas cosas acontezcan primero...".

Y en Daniel 9:26 leemos:

"aun hasta el fin habrá guerra;
las desolaciones están determinadas".

Todos estos pasajes - que tanto conocemos y citamos - tienen un trasfondo común en el que se concluye naturalmente que las guerras - por lo menos las de los últimos días - son funcionales al propósito en el plan de redención de Dios/Elohim -, esto es: no suceden fuera de Su control o sin su consentimiento, no lo toman por sorpresa: esta determinado que sucedan. ¿Y porque nos vamos a escandalizar de estas cosas nosotros, los que estamos bajo su cuidado amoroso, si fuimos avisados?

Si alguna duda queda de que la guerra es funcional al propósito de redención de las naciones, y que YaHVéH está implicado en ellas cincelando su Justicia entre las naciones - que haya entendimiento - podemos leer en Isaías 32:13:

"YaHVéH saldrá como gigante,
y como hombre de guerra despertará celo;
gritará, voceará, se esforzará sobre sus enemigos".

O releer Miqueas 5:9:

"Tu mano se alzará sobre tus enemigos,
y todos tus adversarios serán destruidos".

O Jeremías 30: 23-24

”He aquí, la tempestad de YaHVéH sale con furor;
la tempestad que se prepara,
sobre la cabeza de los impíos reposará.
No se calmará el ardor de la ira de YaHVéH,
hasta que haya hecho y cumplido
los pensamientos de su corazón;
en el fin de los días entenderéis esto”.

Y estos - y muchos otros - son pasajes para nuestros días, porque ¿para cuales días serian?. Son pasajes sobre el fin de la humanidad impía ¿acaso no vemos hoy por todos los frentes el crecimiento desmedido de la impiedad?. "En los últimnos días entenderéis esto" dice la Palabra profética: ¡estos son los días para entenderlo!.

Muchos cristianos de hoy - y algunos lideres cristianos de influencia universal – hacen un continuo llamado por la "paz del mundo" en la honesta convicción de que esta es la voluntad de Dios/Elohim para la humanidad de hoy. Y creen firmemente que esta es la parte que le toca a las "iglesias de Cristo" y a sus miembros: orar por la paz mundial.

Pero no es así, aunque no sea "políticamente correcto" decirlo, esta actitud carece de entendimiento espiritual. Sin duda que hay situaciones conflictivas en el panorama internacional que nos arañan el alma. Nos gustaría amanecer un día, encender la radio o el televisor, o leer los diarios y enterarnos que esos terribles conflictos se esfumaron del planeta. O que las "Naciones Unidas" se hicieron cargo de todas las zonas conflictivas del mundo imponiendo la paz. Pero si sucediera, si las "Naciones Unidas" tomaran el control de las zonas conflictivas del mundo y trajeran la anhelada paz ¿seria este el propósito cumplido de Dios/Elohim en la historia? ¿Abandonaría a favor de las "Naciones Unidas" su propósito de un Reino universal de Justicia y Paz presidido regiamente por su Hijo Amado? No, por supuesto que no.

Las llamadas “Naciones Unidas” son un poder retórico inventado por el hombre luego del horror de la Segunda Guerra mundial, un foro jerarquizado de discusión entre las naciones pero con imitaciones severas debido a la integración de sus órganos que garantiza su inmovilidad en los temas realmente graves. Son una burocracia mayúscula que – como todas – está sujeta a corrupciones e ineficiencias de todo tipo. Sin embargo la gente común se hace de esta institución una expectativa que está totalmente desconectada con su poder real. Si ella fuera un poder eficiente para garantizar la paz en el mundo, ¿en que quedarían las advertencias solemnes de nuestro Señor?:

"Habrá guerras y desolaciones, no os turbéis...
es necesario que estas cosas acontezcan primero".

Es decir, las “guerras y desolaciones” ya están determinadas e inscriptas en el plan profético. Por lo tanto sería razonable que lideres de “las iglesias” de Cristo" a lo largo y ancho del planeta oren para que "en la ira prevalezca la misericordia", o por la apertura de puertas para la predicación del evangelio en territorios antes vedados. Pero no es sabio orar para que se nos quite de encima el horror de las guerras cuando sabemos que la ira de Dios/Elohim esta para ser derramada sobre este mundo. Una vez YaHVéH le pidió al profeta Jeremías que no orase por su pueblo - que había caído en apostasía - ¿tenemos hoy mas certezas que en aquellos días de que nuestra oración será escuchada?.

No es sabio entonces – desde el punto de vista bíblico - depositar la "paz del mundo" en las manos de las "Naciones Unidas". Las guerras de hoy con omnipresencia mediática - es decir: los “rumores de guerra” – nos invitan a "levantar nuestras cabezas" porque hace más obvio que nunca la proximidad de la gloriosa venida del Príncipe de Paz, levantado al cielo hace veinte siglos luego de Su sacrificio expiatorio por los pecados de todos. Solo Él tiene la llave de un futuro de Paz y Justicia para el mundo por el cual entregó su Vida. Él es el “deseado de las naciones”, la “viva esperanza” de los que en Él confían. Y nada de lo que sucede hoy está ajeno a Su control por bizarro y siniestro que nos parezca. Es útil recordar que la muerte no mata, lo que mata es el pecado. Y los niños inocentes - que los partes noticiosos ponen primero en la lista de alcanzados por la violencia de la guerra - irán directamente a Sus amorosos brazos. Mas allá de nuestra comprensión sabemos que nuestro Señor es siempre Justo. Él es YaHVéH Justicia Nuestra” y no puede fallar. Tomemos entonces aliento en la promesa que nos dejo antes de su partida para nuestro consuelo:

"La paz os dejo, mi paz os doy;
yo no os la doy como el mundo la da.
No se turbe vuestro corazón,
ni tenga miedo"
(Juan 14:27)

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P.D.: ademas de este estudio general, en el caso de las guerras en el territorio que va "desde el Eufrates a Egipto", hay señales proféticas muy especificas que se analizan en otros estudios.