En Apocalipsis 22:1 se lee:“Después me mostró
un río limpio de agua de vida,
resplandeciente como cristal,
que salía del trono de Dios
y del Cordero”.
Aquí podemos discernir tres elementos del Trono celestial:1) “Dios”
2) el “Cordero”,
3) y “un río limpio de agua de vida”
Los que podemos identificar con las tres naturalezas/Personas de Dios/Elohim:1) creadora,
2) redentora,
3) vivificanteEstas tres naturalezas/Personas de Dios/Elohim son la llave para entender las Escrituras: Padre, Hijo y Espíritu Santo. El conjunto de las tres es Elohim, Dios plural y Uno que vive en el corazón del creyente, y en las alturas.
Esto lo vemos en la letra “Aleph” que ubica el “Iud” que representa a Dios/Padre solo en regia santidad en lo alto, y abajo “tocando el renglón”, está el "Iud" que representa al Hijo, que abandonó su morada celestial para hacerse hombre - Dios encarnado - y dar su vida por nosotros. Y que es igual - representado por la misma letra - e imagen del Padre. Estas tres naturalezas/Personas también aparecen en Isaías 57:15:“porque así dijo el Alto y Sublime,
el que habita la eternidad,
y cuyo nombre es el Santo:
Yo habito en la altura y la santidad,
y con el quebrantado y humilde de espíritu,
para hacer vivir el espíritu de los humildes,
y para vivificar el corazón de los quebrantados”,Este pasaje habla de dos “lugares de habitación” de Dios/Elohim y un elemento vivificante que fluye entre el Padre y el Hijo y que también es parte de Elohim:1) primer lugar de habitación de Dios/Elohimla "altura y santidad”
(naturaleza creadora)
2) segundo lugar de habitación del Dios/Elohim
“el quebrantado y humilde de espíritu”
(naturaleza redentora)
3) tercer elemento de la Divinidad:
“para hacer vivir el espíritu de los humildes,
y para vivificar el corazón de los quebrantados”
(naturaleza vivificante)
De nuevo observamos aquí las tres naturalezas/Personas de Dios/Elohim.......La creación fluye hacia el estado eterno. Este mundo terminara pronto, ya sentimos sus estertores. Será purificado, restaurado y sustituido por el glorioso Reino de los Cielos, la patria milenaria de los redimidos, la Restauración del Tabernáculo caído de David de que habló el profeta Amos, la edad mesiánica, la Sión en gloria. Será el reinado de “YaHVéH Justicia Nuestra” - que también es nuestro Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec - sobre un mundo redimido en Paz y Justicia.
Y luego de este milenio glorioso los santos habitaremos eternamente en la Nueva Jerusalem, bajo la perfectísima e inmarcesible luz que fluirá del trono de Dios y del Cordero. ¡Aleluya!
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